La primavera empieza con grandes esperanzas y promesas. Muchos, además, se acuerdan de los buenos propósitos (o no tan buenos) que se hicieron al comenzar el año. Pero nunca cumplieron.
La tendencia es justificarlo con todo tipo de excusas relativas al tiempo, las circunstancias y la poca motivación. La motivación. Ese santo grial de nuestros tiempos que muchos gurús y sanadores milagrosos nos prometen con una nueva píldora, un batido detoxificante lleno de proteínas o ese método mágico «que los grandes y malos no quieren que sepas» pero que ahora te descubren previo pago de una buena cantidad. Sin hablar ya de los que prometen magia con ciencia. Cuerpos de película en 48 dias.
Sin embargo, la ciencia. La que comprueba, contrasta resultados y hace experimentos comparando los que siguen un sistema y los que no. Esa ciencia, nos dice que la motivación es imposible mantenerla alta durante mucho tiempo seguido. Y que la fuerza de voluntad es muy poderosa, sí, pero finita. Mejor reservar esa energía para cuidar de nuestros hijos y de nosotros mismos.
Entonces, ¿cómo conseguir ese cuerpo que nos haga sentir seguros en verano?
La respuesta es: creando los hábitos de poco a poco, sin darnos cuenta, de forma fácil, sin tener que auto motivarnos o pagar grandes sumas a quien nos motive.
¿Es eso posible? SI. Se trata de una habilidad más que se puede aprender. Sin magias, recetas secretas o productos salvadores.
¿Es inmediato? En una semana plantas la semilla y empieza a crecer. A partir de ahí tu esfuerzo y la esperanza y la alegría que sientes por ser capaz de cambiar las cosas, hacen el resto. El hábito que has creado se convierte en automático con cada día que pasa y lo practicas. Y cada vez depende menos de tu motivación y fuerza de voluntad.
Pero los cambios en la naturaleza y el cuerpo humano no son rápidos. Más bien no son visible tan rápidos como nos gustaría. Si quieres perder más de 5kg de aquí a julio, no lo lograrás. Bueno, puedes hacer una dieta salvaje pasando hambre o comiendo jugos de ratas disimuladas. Bajarás eso y más, pero el octubre tendrás al menos 8 kg añadidos, si no más. Y lo sabes.
Lo mismo si quieres lucir tono y musculitos. O si necesitas bajar peso, ser más activo, dormir mejor, controlar tu tensión emocional, tus accesos de cólera etc etc… Antes del verano no tendrás tu árbol de la vida en pleno esplendor. Pero sí un magnífico brote que el año que viene será un árbol joven, pero fuerte y sano. Tu árbol. El que siempre quisiste.
Ese árbol que aguanta el ritmo que necesitas en este momento de tu vida. Que ta energía, capacidad de pensamiento, paz, resistencia y que te hace ser mejor persona, mejor padre o madre, mejor hijo, mejor empleado. Como siempre has soñado.
Es posible. Solo hay que aprender conscientemente a hacer que las cosas funcionen a tu favor. Hasta ahora lo has hecho inconscientemente (guiado por falsas promesas de felicidad y recompensa inmediata). Es el momento de desandar ese camino y ganar tu vida.
¡Celébralo! Emocinarte es parte esencial para asentar el hábito que cambiará tu vida.